Sinitaivas: Historias de Otto el Piloto por jEsuSdA.
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En el mensaje que esperaba,
En la noticia que temía,
En la esperanza de tenerte,
En el dolor de la caída...
Hubiera deseado no encontrarte...
Semioculto entre un montón de paquetes había logrado
encontrar alguno de ellos en el que poder sentarme un rato, intentando
huir del ajetreo del hangar. Entre pilotos hacia un lado y otro,
planeadores repostando, partiendo y regresando no se sabía muy
bien hacia dónde, había encontrado un lugar idóneo
para relajarme un rato ligeramente apartado del bullicio...
Entre tantos otros recuerdos borrosos y fugaces pensamientos, entre
aquel amasijo de sentimientos retorcidos por el cansancio y las horas
de vuelo a mis espaldas, no pude evitar hacer balance de todo el tiempo
que había pasado desde que comencé esta etapa
extrañamente nueva y conocida a la vez para mí ...
Recordaba, intentando rescatar de la memoria y del olvido cuantos
recuerdos y sensaciones podía, aquellos momentos de mis viajes
pasados, haciendo verdaderos esfuerzos por regresar de lo profundo del
tiempo aquellos aromas del aire de la noche, aquellas risas en el
parque, aquellas tardes de sofocante calor tumbado en el césped
junto a ella, o aquellas noches estrelladas desde mi balcón en
silencio compartido con mi amiga Beusant...
Y todos mis esfuerzos parecían vanos, aunque algo dentro de
mí se estremecía haciéndome viajar de nuevo hacia
el perdido tiempo en busca de no sabía bien qué ni por
qué.
No podía, aún así, embebido en aquel tumulto de
placidez, evitar hacer balance del tiempo transcurrido, intentando
darme una razón, por estúpida que fuese, para terminar
autoconvenciéndome de que había merecido la pena andar
cada paso andado hasta llegar a donde por suerte o por desgracia,
casual o causalmente había llegado.
El Otto que viajó tiempo atrás surcando cielos azules de
esponjosas nubes en busca de sus sueños y sus respuestas no era
el Otto que descansaba plácidamente en un casi oculto
rincón del ajetreado hangar, rebuscando entre sus memorias
intentando rescatar algo de valor, como el mendigo que busca su comida
entre despojos.
En cierto modo el Otto soñador de tiempo atrás se
había perdido buscando sus respuestas en alguno de sus
accidentados viajes.
Y me sentí muy triste por dentro al ver que el Otto que
tenía ante mí había perdido parte de aquel Otto
joven y aventurero, con ganas de partir en todas direcciones en busca
de cielos que surcar y respuestas a sus preguntas de siempre... Y
deseé no haber perdido la pista del pasado para regresar a los
tiempos de los sueños y las esperanzas...
Pero el Otto que tenía ante mí, era quizá un
piloto más tranquilo, más curtido y experimentado por
todos los viajes que llevaba a sus espaldas, ..., era tal vez un Otto
más libre y confiado, con menos sueños, pero con
sueños más reales, ..., era, al fin y al cabo, un piloto
viejo que afortunadamente seguía conservando su corazón
de niño...
Y volviendo otra vez a despertarme a la realidad me di cuenta de que a
lo mejor no era mejor ni peor el uno que el otro porque, como se dice
por ahí, lo que no se va en llantos se va en suspiros...