Sinitaivas: Historias de Otto el Piloto por jEsuSdA.
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Quisiera yo entender la verdad de las
cosas, mas no puedo ... Quisiera yo saber su final y su principio, y no
lo logro ... Quisiera yo aceptar todo lo que sucede ... Pero en mi
mente, como una astilla, y en lo más profundo de mi
corazón, como una duda, hay algo que me dice que todo tiene su
razón y su verdad, su principio y su final ... que todo ocurre
porque tiene que ocurrir y nada pasa por casualidad.
A veces desearía tanto ignorar esta verdad; en ocasiones desearía tanto creer en la casualidad ...
Si te mueves lo suficientemente rápido, si evitas fijarte
demasiado puedes pasar por alto la mayoría de las razones de ser
de todo lo que ocurre, pero si caminas más despacio,
embriagándote de la esencia de cada diminuta cosa, no puedes
evitar creer que todo tiene su razón para ser y para estar ...
A mí personalmente esta situación, a menudo me resulta
incómoda, es como cuando en la escuela de aviación me
enseñaban a pilotar; practicábamos volando hacia el
horizonte..., ... volaba y volaba, aceleraba y seguía,
continuaba ..., pero nunca lograba llegar al final, nunca
conseguía llegar a alcanzar el horizonte. Detrás de cada
montaña, al final de cada océano, justo delante de la
puesta de sol estaba el horizonte. Pero por muchas montañas que
pasaran bajo mi planeador, por muchos océanos que atravesara y
por muy cerca que pareciese estar cada puesta de sol, nunca encontraba
el horizonte ...
A menudo me resulta incómoda esta situación, porque me
resulta incómodo saber que todo tiene su porqué y no
entenderlo. A veces descubro un poco más de la verdad de cada
cosa, un poco de su razón y de su causa ... y resulta
sorprendente y divertido. Pero lo normal es que pase mucho tiempo
frente a algo, observándolo, estudiándolo minuciosamente,
y acabe desesperado por no encontrar del todo explicación a su
existencia.
Finalmente, y para no acabar con mi paciencia, suelo contentarme
pensando que en la vida, como en la academia de vuelo, perseguir el
horizonte no sirve para mejorar nuestra pericia al volante de nuestro
planeador ... sino para madurar poco a poco por las horas de vuelo
acumuladas.
Esa es la razón de ser de que las cosas tengan su razón de ser, a mí me vale por ahora, ¿y a ti?