Sinitaivas: Historias de Otto el Piloto por jEsuSdA.
Se permite la distribución y modificación bajo licencia Creative Commons en su versión "Reconocimiento-No Comercial-Compartir Igual".
Más información sobre esta web y su contenido en la sección: Información sobre esta web.
En aquel diminuto instante deseé de
todo corazón amarla y ser querido, ..., en aquel pequeño
y delicado momento quise sentirme tan cerca que casi nuestros corazones
se rozan,...
Fue un momento frágil, un diminuto, pequeño y delicado
instante en el que, buscando una respuesta, pude oír a mi
cuerpo, a mi cabeza y a mi corazón gritar su nombre.
Y no me sentí dolido al darme cuenta de que no podía
amarla como yo quería, ..., ni siquiera me dolió darme
cuenta de que ella no me amaba como yo quería..., pero algo
dentro de mí, desde lo más profundo, me decía que,
como una delgada y puntiaguda espina, un pedazo de esa extraña
decepción había herido un poco más de mí,
un poco más de mi solitario corazón...
Se me hace extraño abrazar la almohada cada noche y no
soñar con ella. Se me hace extraño no poder evadirme de
vez en cuando de mi triste realidad y esbozar una tranquila sonrisa al
imaginarla. Se me hace triste notar el latir lento y pausado de mi
corazón antes avivado por los traviesos sobresaltos que me
producía su presencia.
Y se me hace raro lanzar al viento mis anhelos como si de maltrechos
aviones de papel se trataran, con su vuelo errante, irregular, ...,
cayendo suavemente al suelo para no volver a levantarse. Y por
más que intente lanzarlos lejos, muy lejos, intentando que
lleguen a donde alguien los lea, no logro que ninguno de ellos acaricie
el viento por más de un instante, frágil, diminuto,
pequeño y delicado instante...
Mis pequeños aviones de papel, mis pequeños anhelos, no
son más que débiles deseos luchando contra el viento,
cansados y caídos contra el siempre poderoso viento que me sopla
en la cara y me susurra al oído con ironía una y otra vez
el mismo canto: que sigue gobernando mi vida, que sigue estando
ahí, que me sigue esperando, que no lo voy a vencer...
Pero me siento tranquilo, porque no me intimidan su vanidad ni su
constancia, porque aún hay noches para soñar, y quedan
corazones por los que latir y tengo anhelos suficientes para construir
aviones de papel, ..., porque me queda esperanza para amar y mucho,
mucho cielo por recorrer...
Giró mi corazón, giró mi vida, ..., otra vuelta más, que ya es bastante...